¿Así que ya estas decidido? Quieres iniciar tu propio negocio y no hay vuelta de hoja. El problema es que aún no sabes exactamente qué negocio debes iniciar y ni siquiera sabes por dónde empezar, y lo primero que necesitas es una idea de negocio. No te preocupes, perteneces a un grupo muy grande de personas a las que nos pasa, o ha pasado, lo mismo. Sigue leyendo y encontrarás algunos consejos que probablemente puedan ayudarte a tomar la decisión final.
Abrir un nuevo negocio no es una cosa trivial. Es una decisión que afectará gran parte de tu vida, especialmente cuando tus recursos son limitados. Por eso es muy importante tomar una decisión acertada al momento de elegir la actividad que desarrollarás, porque seguramente absorberá gran parte de tu tiempo y energía.
Opciones de negocios hay muchas. Si realizas una búsqueda en Google podrás encontrar una idea de negocio, o montones de opciones que podrían ser o no válidas para ti. Sin embargo, la elección de tu negocio debería empezar por la pregunta ¿QUÉ ME GUSTA HACER?. Y no me refiero a las aficiones o hobbies ─aunque estos están dentro del concepto─, si no a la actividad que te apasiona y para la cuál te consideras apto para desarrollar a un nivel profesional, especialmente si puedes visualizarte llevándola a cabo durante muchos años.
Todo buen negocio ─hablando de negocios satisfactorios y productivos─ nacen de la pasión de sus fundadores; de su convicción para llevarlo a cabo; y de la satisfacción que les produce. Por eso es tan importante elegir como negocio aquello que realmente puede hacerte feliz y por lo cuál estarás dispuesto a trabajar duramente. A menos que poseas recursos financieros holgados y excedentes ─lo que prácticamente podría convertirte en un inversionista─, no puedes darte el lujo de elegir algo que te haga infeliz, porque seguramente te llevará a ser parte de las estadísticas de negocios que cierran cada año.
Al elegir tu nuevo negocio piensa en lo que te apasiona; aquello que haces mejor que nadie o aquello que haces diferente y funciona. Por eso la mejor idea de negocio eres tú. Esto quiere decir que al momento de invertir en tu nuevo negocio debes pensar que lo mejor es una inversión en ti mismo, porque a final de cuenta, al menos durante los primeros años de vida, tu negocio debería ser una extensión de ti mismo: tu pasión, talento y habilidad deben estar puestos en él.
Al decidir, decide y apuesta por ti mismo y no por otros. No intentes imitar el éxito de otros porque, definitivamente, tu no eres ellos. Recuerda, a pesar de lo que puedan decir por ahí, no existen fórmulas mágicas para el éxito, aunque sí que hay una receta: trabajo constante e inteligente.
Así que el consejo de hoy: invierte en tí, porque tú eres la mejor idea de negocio que podrá existir.
Imagen destacada por Mike Linksvayer.